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¿Qué es el diseño skeuomórfico y por qué no lo vemos tanto?

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Cuando guardas un archivo, haces clic en el icono de un disquete. Esto, en términos sencillos, es sólo un ejemplo de diseño skeuomórfico: un estilo en el que los objetos del mundo real se traducen en interfaces digitales. En este artículo contaremos más sobre qué es y cuándo utilizarlo, junto con nuestra opinión sobre cómo encaja con las tendencias de diseño modernas.

¿Qué es el skeuomorfismo?

El skeuomorfismo es un estilo de diseño visual que imita la apariencia de los objetos del mundo real. Este enfoque ha estado de moda desde los primeros días del desarrollo de productos digitales y, en algunos casos, se sigue utilizando hoy en día. Es una gran opción cuando los usuarios no están familiarizados con una nueva interfaz digital: las imágenes de objetos reales les ayudan a reconocer y comprender la función del componente digital.

Ejemplos de diseños skeuomórficos que se ven a diario

El ejemplo más sencillo de diseño skeuomórfico es el sonido al hacer una foto con el smartphone. En algunos dispositivos todavía se oye el clic del obturador, que imita el que hacen las cámaras réflex. El sonido proporciona al usuario la prueba de que se ha hecho la foto.

Otro ejemplo es la aplicación más antigua del teléfono, la calculadora. Su diseño es un reflejo de las calculadoras que usábamos en la escuela. Y como la aplicación imita al propio dispositivo, los usuarios saben inmediatamente cómo utilizarla.

Los iconos utilizados como atajos para abrir aplicaciones suelen estar diseñados para evocar la forma del objeto real. Por eso el icono de la app de calendario tiene la forma de un calendario de papel, el icono que indica un nuevo mensaje de correo electrónico se presenta en forma de sobre de papel y el icono de una app de cámara se representa con una cámara réflex.

Cada uno de estos diseños skeuomórficos se hizo para crear una sensación intuitiva de familiaridad para el usuario, sobre todo cuando no está muy familiarizado en el desarrollo de productos digitales y soluciones tecnológicas.

Lo bueno y lo malo del diseño esqueuomórfico

El objetivo del diseño esqueuomórfico es hacer que los productos digitales sean más intuitivos. Una forma de conseguirlo es convertir un producto tangible en una interfaz digital. Este enfoque funciona incluso si el producto es inusual y se dirige a un nicho específico.

El diseño esqueuomórfico puede beneficiar a los usuarios que no dominan la tecnología. Por ejemplo, el icono adecuado les ayudaría a entender que pueden hacer clic y escribir con una aplicación de notas si se parece a un post-it de verdad.

Este enfoque también tiene una función decorativa. En el sector de los juegos o el entretenimiento, los componentes imitan los objetos reales para crear el ambiente y la atmósfera específicos del mundo en el que se sumergen los usuarios.

En otros casos, el diseño skeuomórfico puede percibirse como abrumador e innecesario. Hay interfaces en las que muchos componentes skeuomórficos (o todo el diseño) no pueden seguir la función y el objetivo del producto, e incluso pueden distraer a los usuarios de la acción principal que deben realizar.

Un diseño creado con este planteamiento puede interferir a veces con la jerarquía de información que debería tener el producto. Los diseñadores de productos deben recordar que la UI sigue a la función, por lo que el enfoque visual debe seguir las directrices de la experiencia del usuario.

En la última década, el estilo de los productos digitales ha evolucionado hacia una mayor eficacia, sin dejar de ser intuitivo a medida que los usuarios entienden mejor cómo funcionan los productos digitales.

Esta es la razón por la que el diseño y el estilo skeuomórficos se han hecho cada vez menos populares en los productos digitales. No obstante, sigue siendo adecuado en casos concretos y se utiliza cuando los diseñadores están seguros de que mejoraría la intuitividad y usabilidad de la interfaz.

¿Sigue siendo relevante el diseño skeuomórfico?

Como todo enfoque y método, el diseño esqueuomórfico debe utilizarse con prudencia y responder a una necesidad y un objetivo concretos. Hoy en día, los diseñadores de productos debaten si el diseño esqueuomórfico debe utilizarse o no.

En conclusión, el esqueuomorfismo tiene una larga historia en el campo del diseño de interfaces de usuario y, aunque ha caído en desgracia en los últimos años, sigue teniendo sus defensores. En última instancia, la decisión de utilizarlo o no depende del contexto y de las necesidades de los usuarios.

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